Inciensos y resinas, son la base de estos perfumes que tienen en su intensidad el carácter diferenciador. Ganan en contacto con la piel porque están hechos especialmente para lucir al contacto con el pulso humano. Son perfumes duraderos, que no cualquiera se atreve a llevar, pero que portan un toque de distinción. Notas como el ámbar, el opoponax, el olíbano, el benjuí… aportan entidad y rasgos muy definidos. A la persona que le gustan estos perfumes, sabe que un buen perfume es sinónimo de personalidad.