Olor a hierba, a hojas, hiedra, menta… perfumes que nos llevan al campo, a saltar entre la hierba y a revolcarnos en ella. Un tipo de frescor diferente, lejos de los cítricos que estamos acostumbrados, puede que más seca y amarga, casi siempre con maderas como el cedro en el fondo. Fragancias de libertad, de montes y bosques donde no se oye a nadie y todo es tranquilo. Perfumes para los que buscan algo más inusual y huyen del frescor establecido, para encontrar un olor propio que les identifique.